La pizarra pobre de Simeone condena al Atleti

Magazine SLV. Artículo de opinión de Julio Gómez

Tenía que marcar el Atleti tres goles al Botafogo para clasificarse para octavos de final. Solo marcó uno y gracias. No es casualidad. Más allá del ímpetu final los rojiblancos fiaron todo a centres por la banda y remates de Sorloth y Julián Álvarez. La pizarra pobre de Simeone condena al Atleti. Los brasileños gozaron de una tranquilidad viendo como su rival tenía la pelota, pero sin ideas. Los colchoneros no están acostumbrados a proponer juego de ataque. Eso se notó desde el minuto 1. Lo de buscar contras y faltas esta vez no podía ser la tónica general. Había que tirar de librillo de entrenador. No lo hubo. Directamente porque Diego Pablo no lo tiene. En este tipo de partidos es donde se demuestran los buenos técnicos. Consecuencia: suspenso y eliminación del Atleti.

Foto: OK Diario

Si yo fuera Cerezo o Gil Marín despediría mañana mismo a Simeone. Es inaceptable caer en primera Ronda del Mundial de Clubes dado el dineral que se juegan los equipos. No será por plantilla, sino por fútbol. Estos jugadores con otro técnico brillarían mucho más. ¿Os imagináis un Atleti con Emery o Marcelino? La mentira de Simeone tiene que poner fin de una vez. Todavía pedirá fichajes. ¿Con el dinero que el Atleti ha dejado de ingresar en esta competición? Seguiremos escuchando el discurso manido de «partido a partido» y «no podemos competir contra grandes presupuestos». Menos mal que Griezmann ha puesto cordura asegurando que no han caído eliminados por los árbitros. El francés tiene más orgullo que todos sus compañeros juntos.

No jugar a nada es un pecado. Sin embargo, ya hemos escuchado argumentos como «el árbitro nos perjudicó» o «tuvimos mala suerte». Lo dijo Simeone en rueda de prensa al terminar el partido. Todo vale para justificarse como entrenador mejor pagado del mundo. La próxima temporada más de lo mismo. A celebrar un tercer puesto en liga y ganarle algún partido al Madrid. Lo importante en esta vida es ser feliz. Y parece que la mayoría de aficionados indios se conforman con eso. Pues nada, «ole, ole, ole, Cholo Simeone». De vergüenza ajena.