30 de junio de 2025

‘893 KM’: Un viaje al infierno que marcó una generación

Magazine SLV. Cine. Rubén Guindo convierte un oscuro suceso de los 90 en un cortometraje estremecedor basado en hechos reales

El nuevo trabajo del cineasta de Alcobendas Rubén Guindo, ‘893 KM’, es mucho más que un cortometraje: es una cápsula de la década de los 90, con tensión y verdad social. Basado en una experiencia real de Tania de la Encina, quien escribió su historia casi 25 años después de haberla vivido. La historia nos sumerge en el verano del 90, cuando un inocente viaje de Móstoles a Valencia se transforma en una pesadilla de casi 900 kilómetros. La cinta nos adentra en la historia con la magistral canción de (Christina Rosenvinge) Christina y los Subterráneos «Voy en un coche» (alegato a la libertad juvenil de la época), con las dos protagonistas lanzadas a una escapada de verano que va a discurrir hacia un desenlace inesperado.

El cortometraje, premiado en los prestigiosos Premios Fugaz por su impecable montaje a cargo de Bruno Martín y nominado en otros tantos festivales, ha logrado construir un universo agobiante en tan solo 13 minutos. La historia arranca con suavidad, presentándonos a las protagonistas, dos jóvenes amigas entusiasmadas por su primer viaje largo en coche. Sin embargo, esa calma es solo un espejismo: una parada en una gasolinera marca el punto de inflexión. Lo que parecía una anécdota se transforma en una travesía aterradora que, durante más de dos décadas, quedó enterrada en el silencio.

Lo más impactante de ‘893 KM’ es su capacidad para generar una atmósfera de angustia y desasosiego, apoyada en una dirección precisa y una fotografía extraordinaria. La recreación de la España de los años 90 es tan realista que duele: desde la iluminación tenue y los paisajes nocturnos, todo está pensado para trasladarnos a ese momento, a ese miedo.

El trío protagonista brilla con fuerza. Paula Gallego, conocida por su papel en «Machos Alfa«, lleva el peso emocional del relato con una naturalidad conmovedora. Irene Rojo, como la amiga más extrovertida, ofrece un contraste esencial y una interpretación vibrante en las escenas de tensión. Y Mario Mayo, que ya sorprendió en «Os reviento«, aporta una carga de amenaza silenciosa con una actuación basada en la fuerza de su expresión facial. Una secuencia suya, en particular, es puro cine de terror psicológico.

Este cortometraje, que ha sido impulsado por campañas de crowdfunding y premiado en festivales como el de Madrid o Galacticat en Lleida y el citado premio fugaz por su montaje, demuestra que el talento, cuando se combina con una historia potente y un enfoque honesto, puede trascender el formato. ‘893 KM’ no solo nos cuenta lo que ocurrió, sino que nos hace sentir cada curva, cada mirada, cada grito.

Un cortometraje necesario, valiente e inolvidable. Con historia de largo recorrido para formar una cinta de más metraje y convertirse en un thriller apasionante. Una producción que además abre el debate sobre los silencios del pasado, sobre esas experiencias que se ocultan por miedo, vergüenza o trauma. Rubén ha transformado el dolor y la historia de Tania de la Encina en arte, y Guindo lo ha llevado al cine con una maestría que promete mucho más. Sin duda, este cortometraje marca un antes y un después en la narrativa del terror social contemporáneo en España.