7 de noviembre de 2025

Fernando González: “Grité Pop será una noche para cantar, recordar y sentir que la música sigue viva”

Magazine SLV . Alcobendas. El viernes 24 de octubre, la Sala Silk de La Moraleja se llenará del mejor pop-rock de la mano de Fernando González, que presentara su proyecto Acústico Pop en el ciclo de conciertos de Grité Pop. Con una trayectoria que comenzó en los años 80 y una energía que no ha dejado de crecer, Fernando promete una noche de complicidad, recuerdos y pop- rock en estado puro. Antes del concierto, conversamos con él sobre sus inicios, su conexión con el público y lo que prepara para un regreso que promete ser inolvidable.

Pregunta: Fernando, tu historia arranca en los 80 con Los Adorables Sobrinos. Si miras atrás, ¿Qué te pasa por la cabeza? ¿Más “qué locura aquello” o “qué ganas de volver a hacerlo”?

Respuesta: Me subí a un escenario por primera vez con 14 años, entonces recuerdo la ilusión de cinco chavales que querían imitar a sus ídolos, a Los Secretos, a Nacha Pop, a Mamá… tengo un recuerdo muy positivo.

P: Has compartido escenario con gente mítica como La Frontera, Manolo Tena o Burning. ¿Alguna anécdota de camerino o de esas noches que se te quedaron grabadas para siempre?

R: Bueno, de lo que se puede contar, jaja. El recuerdo de estar con los grandes es siempre de respeto. En la música siempre ha habido muy buen rollo. Recuerdo una noche con La Guardia, cayó un chaparrón tremendo y acabamos tocando a las cuatro de la madrugada. El batería, Ezequiel Navas, un encanto, nos dejó su batería para no tener que cambiar el equipo y se quedó esperando hasta las cinco o seis de la mañana.

P: Después de tanto escenario eléctrico, te lanzas con Fernando González Acústico Pop. ¿Fue una necesidad de volver a lo esencial o un “voy a hacer lo que me dé la gana y punto”?

R: Nosotros habíamos dejado los escenarios cerca de 20 años y, a finales de 2014, me dio por volver a actuar. Empecé haciendo versiones y algunas de mis canciones, y pronto el resto de la banda quiso regresar también. Así que en 2015 volvimos a los escenarios, y en paralelo yo seguí tocando solo, porque el contacto con el público en un acústico es mucho más directo, más verdadero. Un músico con su instrumento se desnuda, y ahí hay mucha más verdad.

P: Dicen que tus conciertos son una fiesta compartida, no solo un show. ¿Cuál es tu truco para que el público cante, participe y salga con la sensación de haber estado en algo único?

R: El truco está en la elección de los temas. Busco canciones conocidas, que sean movidas, que animen a la gente. Intento conseguir complicidad y participación, que el público cante, se divierta y se sienta parte del concierto, no solo espectador.

P: Este viernes 24 de octubre te veremos en Grité Pop, en la Sala Silk de La Moraleja. ¿Qué nos espera esa noche? ¿Más nostalgia, más energía o una mezcla peligrosa de ambas?

R: Me hace mucha ilusión este concierto porque es un sitio que conozco y el proyecto de Grité Pop encaja perfectamente con lo que hago: recordar las canciones que forman parte de la banda sonora de nuestras vidas. Espero una noche con energía, complicidad y conjunción entre artista y público, en la que todos canten desde el principio hasta el final.

P: Y mirando al futuro… ¿Hay algo cocinándose en el estudio o prefieres seguir disfrutando del directo y dejar que la música te lleve donde quiera?

R: Seguiré componiendo canciones porque para mí componer es como respirar. Pero ahora mismo quiero seguir disfrutando del directo, seguir subiéndome al escenario. Grabaré alguna cosa de vez en cuando, y en los conciertos siempre cuelo alguna canción propia, pero sobre todo seguiré haciendo versiones y disfrutando con el público.

Este próximo viernes, a partir de las 00:00 horas en Grité Pop se perfila como una de esas noches que quedarán grabadas en la memoria de quienes asistan. Se espera una mezcla explosiva de nostalgia, energía y conexión con el público, donde cada canción se convierta en una celebración colectiva. Con su cercanía y su autenticidad sobre el escenario, Fernando promete demostrar que la esencia del pop-rock sigue viva cuando hay verdad, emoción y ganas de compartir. Una cita imprescindible para quienes creen que la música se vive mejor cantando juntos.